La bendición triple del capítulo anterior produce un efecto triple.
1. Vivir en comunión con Dios (v. 1Aconteció que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus utensilios, y asimismo ungido y santificado el altar y todos sus utensilios). El tabernáculo era la morada de Dios con su pueblo. Ungido y santificado, era el lugar donde el pueblo podía disfrutar sus privilegios. Hoy la base de nuestra comunión es Cristo (Jn. 1:14Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.; 1 Jn. 1:3lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.).
2. Llevar ofrendas a Dios (vs. 2,32entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron; 3y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo.,13-89Ir a la Biblia en línea (sitio externo)). Fueron voluntarias y costosas: seis carros, doce bueyes y luego cada príncipe por separado ofreció utensilios de plata y oro y otras ofrendas que se registran con detalle en este capítulo. ¡Que nuestras ofrendas sean tan espontáneas y abundantes (2 Co. 8:3Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas)! Dios sigue llevando la cuenta de todo lo ofrendado a él, tal como lo hace en este capítulo.
3. Servir a Dios (vs. 5-95Tómalos de ellos, y serán para el servicio del tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio. 6Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas. 7Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio, 8y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio bajo la mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón. 9Pero a los hijos de Coat no les dio, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario.). Hemos comentado el servicio distinto de Gersón, Merari y Coat, y por qué a Coat no le tocaron carros ni bueyes (5 de abrilTAREAS DE LOS LEVITAS). Lo importante es que todos servían. Así es en la iglesia: todos debemos cumplir con entusiasmo el ministerio particular que Dios nos ha dado.