JUNIO 28

1 Samuel 30:1-15Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

PROBLEMAS

Salir a la guerra traía un problema: se quedaba sin protección el país. Este dato lo conocían y explotaban tribus nómadas con instintos perversos. De éstas eran los amalecitas (vs. 1,161Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego. 16Lo llevó, pues; y he aquí que estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo y bebiendo y haciendo fiesta, por todo aquel gran botín que habían tomado de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá.).

¿Qué hizo David cuando vio la suerte de Siclag? Se angustió (v. 6Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.), llamó al más indicado (v. 7Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David.) y consultó a Jehová (v. 88Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.). Si hubiera consultado con sus guerreros no hubiera encontrado apoyo, sino piedras (v. 6Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.).

Un contraste: lágrimas de angustia (David), lágrimas de amargura (pueblo). Cuidémonos de las segundas porque ofuscan la vista y alejan a nuestro corazón de Dios.

El “mas” (v. 6Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.) es elocuente, y nos dice que cuando venía un problema, la fe de David tal vez menguara, pero no se apagaba y por esto encontraba fortaleza en Jehová.

El efod. Era parte de la indumentaria del sacerdote que, según unos comentaristas, brillaba al decir “Sí” y se volvía opaco al decir “No”. Por esto leemos: “acercó el efod... consultó a Jehová” (vs. 7,87Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David. 8Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.).

El egipcio. Aquí vemos una lección sobre el hacer el bien (vs. 11,1211Y hallaron en el campo a un hombre egipcio, el cual trajeron a David, y le dieron pan, y comió, y le dieron a beber agua. 12Le dieron también un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas. Y luego que comió, volvió en él su espíritu; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.).

“El Sembrador”
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