MAYO 23

1 Samuel 1:1-28Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“POR ESTE NIÑO ORABA”

La historia de Ana y Samuel es una de las mejores ilustraciones de cómo ofrecer sacrificios a Dios.

¿QUÉ OFRECEMOS?

Ana ofreció algo que ella necesitaba. No se sentía realizada como mujer si nunca cargaba en sus brazos un hijo propio. Por eso Elcana no podía consolarla (v. 8Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?). Ofreció algo que aún no tenía, pero por lo cual oró con lágrimas y amargura de alma (v. 10ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.). Ofreció algo que amaría intensamente: sería su primogénito. Aquí hay una lección para los jóvenes que buscan realizarse, que buscan crecer, que buscan algo y alguien a quien amar. Pidan lo que necesitan, pero pídanlo para ofrecerlo a Dios.

¿CÓMO LO OFRECEMOS?

Elcana llevó tres becerros (v. 24Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.). El primero sería ofrecido como sacrificio por el pecado, el segundo se daría en holocausto acompañado de harina y el tercero lo degollarían para comerlo con la familia (vea comentarios de Levítico). De este último, parte era dado al sacerdote y dedicado a Dios. La lección es que si damos algo a Dios debe ser con manos limpias y debe darse íntegramente. Si esto es así Dios lo compartirá con nosotros.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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