JULIO 6

2 Samuel 4:1-12Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA CASA DE SAÚL

Hay una lección muy fuerte para aquellos que, conociendo la voluntad de Dios, buscan apresurar su cumplimiento.

David no lo hizo así. Sabía que había sido ungido como rey, pero no levantó su mano contra Saúl, aunque sabía que Dios lo había desechado. No planeó una marcha triunfal a la capital del reino cuando supo que Saúl había muerto, ni colmó de bienes a aquel que trajo la noticia de la muerte de su enemigo. Tampoco fue él quien promovió la guerra contra Is-boset. Finalmente, en la lectura de hoy vimos como tampoco fue él quien buscó el exterminio de la casa de Saúl (v. 8Y trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su linaje.) y nuevamente, no premió a quienes así lo hicieron (v.12Entonces David ordenó a sus servidores, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.).

Paciencia es una virtud difícil de obtener. Aprender a esperar en Dios no es fácil, pero es la mejor prueba de nuestra fe. Adelantarse a los planes de Dios trae fracasos y, aunque esta historia no es un ejemplo de ello, el atrasarse a los planes de Dios también trae consecuencias.

Aprendamos a esperar en Dios y a obedecerle con prontitud.

“El Sembrador”
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