La lectura relata la cosecha de lo sembrado por Josafat en sus alianzas con la familia de Acab (Gá. 6:7No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. ).
Joram fue uno de los reyes malos de Judá y la razón es: “porque una hija de Acab fue su mujer” (v. 18Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab, porque una hija de Acab fue su mujer; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.).
Siguió Ocozías que también fue “yerno de la casa de Acab” (v. 27Anduvo en el camino de la casa de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque era yerno de la casa de Acab.).
Su madre, Atalía, tiene la distinción deshonrosa de ser la peor madre en la Biblia. En contraste con Eunice y Loida que trasmitieron fe no fingida a Timoteo (2 Ti. 1:5trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.), Atalía aconsejaba a Ocozías a actuar impíamente y le aconsejó para su perdición (2 Cr. 22:3,43También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente. 4Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.).
Joram ilustra el proverbio: “Un pecador destruye mucho bien” (Ec. 9:18Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.). Recibió un reino próspero de su padre Josafat y en ocho años lo vio menguar en territorio y en influencia.
“Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Ro. 14:19Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.). No seamos el “pecador” que destruye la obra de Dios (Ro. 14:20No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come.).