Este capítulo introduce al instrumento escogido por Dios para ejecutar el juicio sobre Judá. Los profetas Isaías y Jeremías habían anunciado el juicio y a su tiempo, conforme a lo predicho, entra en escena Nabucodonosor.
Daniel nos da mucha información sobre este gran monarca que encabeza la lista de gobernadores en “los tiempos de los gentiles”.
Jeremías nos da mayores detalles sobre los reyes de Judá. Joacim promulgó un ayuno (Jer. 36:9Y aconteció en el año quinto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que promulgaron ayuno en la presencia de Jehová a todo el pueblo de Jerusalén y a todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén.), pero no hubo sinceridad en él. Poco después destruyó un rollo con las palabras de Jehová y encarceló a Jeremías y a Baruc. Joacim tuvo la deshonra de ser sepultado “en sepultura de asno” (Jer. 22:18,1918Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza! 19En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén.). Le siguió Joaquín, pero fue dominado por Nabucodonosor, quien lo llevó cautivo y puso sobre el trono a su tío, a quien le cambió el nombre. Le puso Sedequías, que significa “Justicia de Jehová”, nombre apropiado para el último descendiente de David que ocuparía el trono (Jer. 22:28-3028¿Es este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un trasto que nadie estima? ¿Por qué fueron arrojados él y su generación, y echados a tierra que no habían conocido? 29¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová. 30Así ha dicho Jehová: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada próspero sucederá en todos los días de su vida; porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá.).
José, padre legal de Cristo, era de este linaje. María era del linaje de David por Natán (Lc. 3:31hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán). Así cumplió Dios sus promesas a David y su sentencia de juicio dada por Jeremías.