Aquí hay ilustraciones del evangelio y de restauración de poder para el servicio. Nos ocuparemos de lo segundo.
1. Un hijo de profeta trabajaba en la construcción de una casa. Todo cristiano tiene un llamado a trabajar por su Señor.
2. Llevó una herramienta adecuada, pero no era suya. Todo creyente tiene un don, pero es administrador y no dueño (1 P. 4:10Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.).
3. Perdió el hierro cortante. A veces perdemos el poder eficaz. Lo malo es seguir dando golpes con el palo.
4. Reconoció su pérdida. Dejemos rutinas inútiles y busquemos ser “investidos de poder desde lo alto” (Lc. 24:49Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.).
5. Mostró el lugar donde cayó el hacha. Las cosas siempre se encuentran donde se pierden. Las oraciones y el estudio bíblico no sustituyen la confesión y el reconocimiento del lugar donde perdimos el poder.
6. Un milagro devolvió el hacha. Todo poder en nosotros es un milagro de gracia que fluye de la cruz de Cristo.
7. “Extendió la mano, y lo tomó”. Habiendo confesado el pecado recibamos con fe, nuevo poder para servir a Dios.