Hay mucha mención de la vista en este pasaje:
1. La visión profética de Eliseo libró dos veces al rey de una emboscada tendida por el rey de Siria.
2. La visión limitada del siervo de Eliseo no le permitió ver más allá del ejército sirio que rodeaba a Dotán.
3. La visión ensanchada en respuesta a la oración permitió al joven ver legiones de ángeles que protegían a Eliseo. En momentos de peligro Moisés (Heb. 11:27Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.), Ezequías (2 Cr. 32:7Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.) y nuestro Señor (Mt. 26:53¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?) estuvieron conscientes de huestes celestiales listas para socorrerlos. ¿Y nosotros? Leamos Hebreos 1:14¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? y Romanos 8:31¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? cuando nos sintamos pocos, débiles e indefensos.
4. La visión perdida por el ejército sirio los hace seguir al profeta que los lleva a Samaria.
5. La visión restaurada por la oración de Eliseo. Al dar de comer a sus enemigos éstos se vuelven amigos. Leamos Mateo 5:43,4443Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen y Romanos 12:20Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. y si tenemos enemigos, practiquemos lo aprendido.