DICIEMBRE 10

Gálatas 6:1-18Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL ESPÍRITU SANTO (4/4)

Encontramos una lección más:

“El que SIEMBRA para el Espíritu” (v. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.). Esta frase es interesante. Me habla de los propósitos de mi vida en general. A veces no existen, en este caso ni siquiera estoy sembrando.

Otras veces, mis propósitos son lograr algo para mí, propósitos que pueden ser muy lícitos, como conocer más en la escuela, ganar más en mi trabajo, destacar más en el deporte o en la música, etc.

Dios no condena estos deseos, sólo pide que los sublime. Si destaco como estudiante, es para que el Espíritu tenga en mí un estudiante más diestro en la Palabra; si me supero en el trabajo, es para que más conozcan cómo Dios ayuda a los que son suyos y es, para que la luz de Cristo brille en un pedestal más alto; si cuido mi cuerpo o desarrollo mis dones es porque sé que éstos son de Dios; él me los dio para algún fin, y han de estar en óptimas condiciones cuando me los pida.

Termina su carta el apóstol pensando otra vez en la cruz de Cristo (vs. 12,1412Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. 13Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.). Yo debo verme, y el mundo debe verme: crucificado. Éste es el paso inicial para poder sembrar “para el Espíritu”.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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