El hombre natural no concibe esta verdad, se cree poseedor de todo cuanto tiene y es por esto que se siente con derecho de usarlo para sus propios fines y que puede disiparlo impunemente (v. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.). También se burlará y hará la vida pesada a todos los que piensan lo contrario (v. 4A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan). Nosotros hemos de pensar que somos administradores. Tenemos en nuestras manos bienes que son de otro; bienes por los cuales debemos responder si se pierden, y bienes que hemos de buscar se incrementen, pues para este fin hemos sido contratados. "Minístrelo a los otros" (v. 10Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.), es la instrucción divina. He de buscar que lo que tengo traiga beneficios a mis hermanos. ¿Qué cuentas entregaré cuando se efectúe una auditoría en mi vida por el Juez de vivos y muertos (v. 5pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 6Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.)?
Los privilegios del administrador.
Un administrador es un empleado clave y de confianza en cualquier empresa; así nosotros, participamos del gozo y del sufrimiento de Cristo (vs. 12,1312Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.). Armémonos de esta mente y encomendémonos al fiel Creador, quien nos dio los dones y las habilidades para administrarlos eficientemente (v. 19De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.).