Esta es nuestra porción central sobre el tema del Espíritu Santo.
“ANDAD en el Espíritu” (v. 16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.). Este es el poder que nos impulsa a caminar y obedecer a Dios (1 R. 19:7,87Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 8Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. ilustra esto).
“GUIADOS por el Espíritu” (v. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley). Esto me habla de una voz que he de oír y obedecer.
“EL FRUTO del Espíritu” (vs. 22,2322Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.). Pero, como todo árbol, debemos podarlo (v. 24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.) y buscar que esté en terreno fértil (v. 25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.). Siendo esto así, la gloria no es de la planta, sino del hortelano (v. 26No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.). El “yo lo hago mejor que tú” o “tú lo haces peor que yo” no son actitudes de uno que exhorta; el resultado es irritar al hermano y producir en mí vanagloria. Esto es la antesala del orgullo, pecado que condenó al querubín protector: Satanás (Ez. 28:14-1714Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.). ¡Cuidémonos para no caer en tal error!
La lógica del versículo 25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. es interesante: es por el Espíritu que nacimos de nuevo, ¿por qué hemos de buscar crecer y trabajar usando otra fuente de poder?