INTRODUCCIÓN A
LA SEGUNDA EPÍSTOLA UNIVERSAL
DE SAN PEDRO APÓSTOL

AL apóstol Pedro le fue encomendado el "apostolado de la circuncisión" (Gá. 2:8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles)). Tuvo un gran ministerio entre los de su raza, pero, aunque muchos hablaban de guardar la ley, nada dice en sus cartas sobre la ley de Moisés. Pone de manifiesto, como lo hace toda la Biblia, que la única esperanza del hombre está encerrada en la gracia y misericordia de Dios.

Si la primera carta fue escrita a los judíos, ésta parece ser destinada a los gentiles que han alcanzado una fe "igualmente preciosa" que la de los judíos (1:1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:). ¿Su medio para alcanzarla? La justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, no la ley ni la circuncisión. ¡Gracias a Dios por dejar tan clara esta verdad!

El propósito de ambas cartas fue el de despertar el "limpio entendimiento" (3:1Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento). ¡Que el estudio de estas cartas cumpla su propósito en nosotros también!

“El Sembrador”
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