OCTUBRE 25

Apocalipsis 22:1-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“VEN, SEÑOR JESÚS”

Hoy, tal vez más que ayer, han de brotar estas palabras de los labios del fiel. El anhelo de estar con Cristo es el mismo, pero la necesidad de que esto sea así se hace más patente cada día. Si la creación muda busca con ansia su liberación, cuánto más los que somos la nueva creación en Cristo (Ro. 8:22,2322Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.). El anhelo mayor es estar con quien amamos, pero también es dejar este valle de lágrimas y vestirnos de la perfección que Dios, en Cristo, nos promete. Es también vernos libres de las ataduras de debilidad que nos hacen propensos a pecar; es vernos libres de la contaminación que, cual el polvo a los pies del peregrino, nos mancha sin querer; es ver destruida para siempre toda cadena del pecado, la muerte y el sepulcro; es ver en toda su gloria y esplendor la creación de Dios. El Apocalipsis nos ha hecho pensar en el horrible fin del incrédulo, y en la corona que se ofrece al que, puesta su fe en Dios, resiste la tentación y vence al enemigo.

Leímos hoy tres verdades cardinales: (1) Las palabras de Dios son “fieles y verdaderas” (v. 6Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.). (2) El Señor Jesús viene pronto (vs. 7,127¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. 12He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.). (3) No hay lugar para el pecador no perdonado en la eternidad con Dios (v. 15Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.). Estas verdades, y muchas más, no fueron selladas (v. 10Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.). Ud. puede entenderlas, si desea.

“El Sembrador”
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