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¡MISIÓN CUMPLIDA!

TEXTO PARA MEMORIZAR Deuteronomio 34:10

“Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara.”

INTRODUCCIÓN Deuteronomio 34:1-12Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

Moisés estuvo muy cerca de Dios en varias ocasiones, recordemos algunas:

a) Cuando vio la zarza que no se consumía (Éx. 3:2Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.).

b) Cuando, en el Sinaí, recibió la Ley (Éx. 19:20Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.).

c) Cuando fue escondido por Dios en la hendidura de una peña (Éx. 33:21-2321Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. El pacto renovado).

Pero nada de esto fue importante para Dios cuando quiso dejar una frase para que con ella recordáramos a Moisés. Lo que señaló es que él había conocido a Moisés “cara a cara”. Esto es más que la forma en que un Dios Omnipresente conoce a su criatura.

Entonces, de esto deducimos que:

Lo importante es cómo nos hemos presentado nosotros a Dios.

¿Te has presentado a Dios cara a cara, sin nada que esconder y sin nada de qué avergonzarte? Esto es lo que Dios busca de ti y de mí: sinceridad y fidelidad.

LECCIÓN Deuteronomio 31:30-34:12Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

La Biblia nos habla de tres varones que terminaron su vida en la tierra en una forma muy especial:

1. ENOC (Gn. 5:21-2421Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.; Heb. 11:5Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.). Caminó con Dios de tal manera que Dios se lo llevó al cielo sin que viera la muerte.

2. MOISÉS (Dt. 34:5,6 5Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. ; Jd. 9Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.). Dios lo conoció tan bien que, cuando murió, Dios se ocupó de su cuerpo.

3. ELÍAS (2 R. 2:11Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.). Profeta destacado por el celo que mostró por las cosas de Dios y que fue llevado al cielo en un torbellino después que un carro de fuego lo separó de Eliseo.

Estos tres nos dan una excelente lección de como debemos:

C

aminar con Dios: PIEDAD.

omunicarnos con Dios: SINCERIDAD.

umplir las órdenes de Dios: FIDELIDAD.

¿Practicas tú estas virtudes?

PENSAMIENTO Eclesiastés 7:1-41Mejor es la buena fama que el buen ung:uento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. 2Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría.

Muchos piensan que Salomón estaba pensando como un pesimista cuando escribió este capítulo, sin embargo, sus palabras tienen mucha sabiduría.

En los momentos de alegría, cuando ésta es mucha, hay poco tiempo para meditar y reflexionar; en cambio, cuando hay luto, dolor o tristeza, la mente busca respuestas y si éstas se buscan de Dios, siempre hay lecciones provechosas.

Moisés, en los brazos de su madre, sin nombre y con un futuro incierto, no podría darnos muchas lecciones.

Sin embargo, Moisés, a los 120 años, ¡qué diferencia! nos ha dejado muchas lecciones.

¿Cuáles aprendiste tú de él durante este trimestre?

“El Sembrador”
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