“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.”
Buscar ser el mejor, no es malo; el pecado está en cómo se piensa llegar a esta meta.
El camino que marca el Señor como el correcto tiene tres puntos claros. Debes:
1. Poner a los demás primero, pensando en ellos y en sus necesidades antes que en las tuyas.
2. Compartir con otros todo lo que tienes, pues Dios te lo dio para ayudar (servir) a otros.
3. Cuando algo te sale bien, dale gracias a Dios y dile a todos que fue él quien lo hizo y no tú.
Orgullo es sentir que soy más grande que otros.
Egoísmo es querer tener más que otros.
Vanagloria es pensar que puedo hacer algo mejor que otros.
Humildad es manifestar no ser nadie, no tener nada, no poder hacer nada, porque todo lo que soy, tengo y hago es por Cristo Jesús, mi Señor.
La humildad es una virtud difícil de poseer. ¿Qué se necesita para obtenerla?
a) Poner la mira en las cosas de Dios (8:33Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.). Debes andar mirando a Jesucristo (Col. 3:2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.; Heb 12:1,21Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.).
b) Negarte a ti mismo y tomar tu cruz (8:34Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.). Esto es, poner a Dios primero sin importarte lo que puedas sufrir.
c) No avergonzarte de Cristo (8:38Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.). Cuando te dicen que hiciste algo bien, debes decir que fue porque el Señor Jesús está en ti y te ayudó.
Cuando el Señor Jesús te toma aparte para enseñarte algo maravilloso, también tienes que aprender lo siguiente:
a) No pedir lo que sólo es bueno para ti (9:5Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.). Es decir, debes pensar primero en lo que es bueno para Dios y para tus semejantes.
b) Si confiesas ante tu Señor: No puedo (9:28Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?). Debes estar listo y dispuesto para aprender de él y así hacerlo como a él le agrada.
c) No tener miedo de preguntar sobre lo que no entiendes (9:32Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.). Algo más que es necesario para aprender.
El Señor Jesús es el primero, pero antes de ser exaltado, se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo; se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por esto se te pide negarte a ti mismo y tomar tu cruz y ser obediente. ¡Estás andando en sus pisadas!