“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
1. Josué puso delante del pueblo su ejemplo: él y su casa ya habían escogido servir a Jehová.
2. Después puso delante de ellos tres opciones:
a) Servir a Jehová. El Dios que los sacó de Egipto con mano poderosa.
b) Servir al becerro de oro. La religión que inventaron las mentes débiles de sus padres.
c) Servir a Baal y a otros dioses, siguiendo las costumbres de los pueblos vecinos.
3. Hoy tienes las mismas opciones:
a) Servir al único y soberano Dios, del que nos habla la Biblia.
b) Servir a un dios elaborado por los creyentes que, porque su fe es débil, no aceptan todo lo que la Biblia dice.
c) Seguir las costumbres y los pensamientos de los vecinos que dicen en su corazón: No hay Dios.
¿A quién sirves?
¿AL DIOS VERDADERO?
¿A LA RELIGIÓN TRADICIONAL?
¿A ALGÚN ÍDOLO?
El pueblo de Israel cambiaba de un pueblo unido peregrinando por un desierto lejos de otras naciones y con su Dios andando en medio de ellos, a un pueblo distribuido en familias a lo largo de un gran territorio rodeado de pueblos extraños y con el templo de Dios en Silo.
Así pasa en las familias, hay crisis provocadas por cambios que demandan una decisión. Por ejemplo:
a) Por circunstancias naturales, cuando los hijos crecen, y ya no están todo el tiempo en el hogar, van primero a la escuela y después salen a trabajar; finalmente, muchos forman su propio hogar.
b) Por accidentes, enfermedad o algún desastre vienen cambios que tienen que afrontarse.
Es en estos momentos que la decisión es importante: son momentos de crisis.
Pedro contestó con acierto: “Tú tienes palabras de vida eterna” (v. 68Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. ). Tomó su decisión pensando en la eternidad y nos aconseja hacer lo mismo (2 P. 3:11,1211Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! ).
Unos piensan en las críticas de sus vecinos, e imitan sus costumbres; otros, buscando el camino fácil, inventan un dios que satisfaga sus caprichos. Ambos fracasan en el presente y en la eternidad. La historia de Israel y de muchas personas lo demuestra.
¿En qué piensas tú al tomar una decisión?