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Seguridad que debo tener

TEXTO PARA MEMORIZAR Romanos 5:1

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”

INTRODUCCIÓN

Justificación, es lo que gozamos cuando creemos y manifestamos lo que vimos en la lección pasada, y además:

a) Creemos “en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro” (4:24sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro). Por eso manifestamos que sí podemos agradar a Dios en lo que hacemos.

b) Creemos que el Señor Jesús “fue entregado por nuestras transgresiones” (4:25el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.). Por eso creemos que Dios nos ve como si nunca hubiésemos pecado, y manifestamos que vivimos libres del pecado.

c) Creemos que fue “resucitado para nuestra justificación” (4:25el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.). Por eso vivimos una vida victoriosa sobre el pecado, pues él vive para interceder por nosotros y darnos todos los recursos necesarios para vencer al pecado (5:9,109Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.; 8:34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.).

¿Gozas ya la justificación por la fe? ¿Tienes paz para con Dios?

LECCIÓN Romanos 5:1-11Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

Justificación, tiene que ver con nuestra relación con Dios (santificación) y con nuestra condición de pecadores (transformación).

1. ¿Qué pasó con “los pecados pasados” (3:25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados)?

2. ¿Qué éramos cuando Cristo murió por nosotros (v. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.)?

3. ¿Contra qué se revela la ira de Dios (1:18Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad)?

4. ¿Quién nos salva de esta ira (v. 9Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones)?

5. ¿Cómo lo hace (v. 10rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.)?

Por esto dice el apóstol: “Nos gloriamos...” (vs. 2,3,112por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia 11Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.), pues la esperanza de la gloria de Dios no avergüenza, porque el que murió por los pecadores, vive para ayudar a los justificados. Su ayuda es clara cuando nos acercamos a Dios como hijos reconciliados, y cuando sentimos su ayuda en las tribulaciones.

Justificación por su muerte y por su resurrección

PENSAMIENTO Romanos 8:33-3933¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

No pasemos por alto el lugar que tiene la fe en nuestra justificación.

Hemos de creer en la obra redentora de Cristo en cuanto a nuestros pecados pasados, pero también hemos de creer en su poder para guardarnos de pecar siendo ya redimidos por su sangre.

Si exclamo: “¿Quién acusará...?”, “¿Quién... condenará...?” “¿Quién nos separará...?”, es porque creo que mi Señor anda a mi lado y siento su amor constriñéndome a andar a su lado mostrando cada día cuánto lo amo.

“El Sembrador”
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