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El Hijo del Hombre y los tristes

TEXTO PARA MEMORIZAR Lucas 24:25

“Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!”

INTRODUCCIÓN El corazón

En varias lecciones de otros trimestres hemos tocado el tema del corazón. Hoy pensaremos en tres veredictos que pueden darse con respecto a nuestro corazón:

1. Corazón atrasado (24:25Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!). Por no poner atención no se capta todo lo que Dios dice, y por tanto, no se encuentran las bases suficientes para una fe plena. Tardo para creer, es necesitar que se nos repita una lección porque, por estar distraídos o ausentes, no la entendimos la primera vez.

2. Corazón ardiente (24:32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? ). Cuando se pone atención a la voz de Dios, y se permite a la fe actuar para discernir lo que se escucha, la Palabra de Dios comienza a hacer efecto y despierta al corazón dormido.

3. Corazón atemorizado (24:38Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?). Cuando la fe no está firme en las promesas de Dios, abundan las dudas y los temores.

Pero cuando el Señor abre las Escrituras y el entendimiento (24:31,32,4531Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? 45Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras), el corazón se fortalece.

Tu corazón, tus ojos y tu entendimiento, ¿están abiertos a las cosas de Dios?

LECCIÓN Asimilar la Palabra

Dios nos dice que: “con el corazón se cree para justicia” (Ro. 10:10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación). Por esto el Señor se fijó en el corazón de los discípulos y los amonestó porque eran tardos para creer (24:25Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!); pero también los llamó “insensatos”, lo que nos dice que su mente no funcionaba bien. Notemos que su entendimiento tuvo que ser abierto “para que comprendiesen las Escrituras” (23:45Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad). Busca en un diccionario las definiciones de estas palabras, y anótalas:

Comprender:

 

 

 

Creer:

 

 

 

Dios dijo que “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro. 10:17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios). La parábola del sembrador también tiene una secuencia interesante: la palabra se oye, se retiene y entonces se lleva fruto (8:15Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia).

Tres pasos importantes

Todo esto nos enseña lo importante que es comprender lo que oigo o leo de la Biblia, para que crea en mi corazón y haya fruto en mi vida para Dios.

Aprende lo importante que es que Dios abra:

1. Las Escrituras: la semilla que tiene el poder para crecer y dar fruto en abundancia (24:32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?).

2. Tu entendimiento: el terreno que debe quedar sin piedras y sin yerbas malas (24:45Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras).

3. Tu corazón: la tierra fértil donde la semilla echará raíces y encontrará estabilidad (Hch. 16:14Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.).

PENSAMIENTO Hebreos 13:9No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas

Así como la tierra necesita protegerse contra los deslaves y las avenidas, así tu corazón debe afirmarse con la gracia de Dios; de lo contrario, una doctrina falsa se lo puede llevar con todo y la semilla que está creciendo en él. ¿Cómo está tu corazón?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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