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La responsabilidad del hijo

TEXTO PARA MEMORIZAR 1 Timoteo 3:15

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.”

INTRODUCCIÓN 1 Timoteo 3:1-16Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

Pensemos en tres palabras del texto para memorizar:

COLUMNA. ¿Has oído de la Columna de la Independencia? Es una estructura muy alta que está en la Ciudad de México y que en lo alto tiene un ángel que simboliza la Independencia. La iglesia es como esta estructura y su función es poner en alto “la verdad”.

BALUARTE. Si vives en el puerto de Veracuz o has ido allí de paseo, ¿has visitado el Baluarte de Santiago? Es una construcción que fue diseñada y construida para proteger al puerto de invasores. La iglesia es como este baluarte: está para defender “la verdad”.

VERDAD. La verdad está en lo que Dios HIZO; el hombre la busca, la descubre y la usa (leyes de la física y fórmulas matemáticas). También está en lo que Dios DICE (la Biblia) y lo que Dios ES (Cristo). Pero es triste que el hombre piensa que puede construir la verdad (filosofías y teorías sobre la conducta humana).

Cuando descubres y usas las verdades de Dios, eres “columna... de la verdad”; cuando la defiendes contra lo que el hombre enseña, eres “baluarte de la verdad”.

Pero no intentes ser columna y baluarte tú solo. Hazlo como parte de la iglesia.

Santos, Diáconos y obispos

LECCIÓN Responsabilidades

“La iglesia del Dios viviente” se compone de santos, obispos y diáconos (Fil. 1:1Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:), los dos últimos están en la lectura de hoy. Estos tres nombres no deben darte una idea de que, así como en el fútbol hay delanteros, medios y defensas, también en la iglesia hay santos, diáconos y obispos, cada uno con tareas diferentes.

Esto es lo que debes pensar:

1. Los SANTOS son todos los miembros de la iglesia, y tienen la responsabilidad de ser santos, porque su Padre celestial es santo (1 P. 1:14-1714como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación).

2. Los DIÁCONOS son aquellos santos que han aceptado la responsabilidad de servir, ayudando a sus hermanos en todo (Ro. 15:1,2,7,81Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. 7Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. 8Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres).

3. Los OBISPOS son aquellos santos que han aceptado la responsabilidad de servir y que, además, se han comprometido a ser ejemplo de otros, pues han aceptado imitar a Cristo en todo (Ef. 5:1,21Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.).

En resumen, la responsabilidad de los Santos es una: ser santos; la de los Diáconos son dos: ser santos y ser siervos, y la de los Obispos son tres: ser santos, ser siervos y ser ejemplos.

Cumple bien con tu primera responsabilidad: la de ser santo, si anhelas que Dios te llame a desempeñar las otras.

PENSAMIENTO FINAL 1 Timoteo 3:16E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.

Para ser ejemplo de otros, necesitábamos un ejemplo nosotros. Ésta es la razón por la cual Pablo citó este canto de la antigüedad: Cristo es nuestro ejemplo.

“El Sembrador”
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