“Entonces Jehová respondió a Moisés:
¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová?
Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.”
Había una pregunta en boca de Moisés: ¿Podría Dios alimentar con abundante carne, por un mes, a un ejército de 600,000 hombres y sus familias (11:21Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero!)?
Vamos a hacer números:
El total de los soldados es 600,000
Por cada soldado hay una esposa _______
Por cada matrimonio hay 3 hijos menores _______
Total del pueblo _______
Si cada uno come una codorniz al día, ¿cuántas se necesitarían para los 30 días? ___________ codornices.
Si cada codorniz pesara 200 gramos, ¿cuántos kilos de carne tendría que proveer Jehová? _______________________
¡Y Dios lo hizo en un desierto!
Pero toma nota: la promesa se refiere a suplir todas tus necesidades, ¡NO TUS CAPRICHOS!
Más números:
En el primer censo había ________________ soldados (1:46fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.).
Hoy, sólo quedaban ___________________ soldados (11:21Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero!).
¿Cuántos ya habían muerto por murmurar?
¡QUEJAS! Aprendamos qué hacer cuando nos sentimos mal o no entendemos lo que nos pasa.
El pueblo murmuraba, es decir, se quejaba entre sí y hablaba de Dios a sus espaldas, aunque Dios oía todas sus palabras (11:1,181Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. 18Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. ). Esto estuvo mal. Dios se enojó y los castigó (11:1,101Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. 10Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.).
Moisés también no se sintió a gusto, pero él habló directamente con Dios y le dijo lo que sentía (11:11-1511Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? 12¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? 13¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. 14No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. 15Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.). Dios le oyó y contestó su oración (11:17Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.).
¡INGRATITUD! Esto se manifestó en dos ocasiones:
a) Al no valorar lo benéfico y saludable del maná que recibían gratuitamente de Dios, y al desear la comida de Egipto que ganaban bajo el látigo de sus opresores (11:4-94Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos. 7Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. 8El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo. 9Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.).
b) Al recoger las codornices y tenderlas alrededor del campamento para secarlas y así comer carne los demás días. Por eso, cuando comieron (¿sin dar gracias a Dios?), fueron heridos por una plaga muy grande.
Pero también quejarse es una forma de ingratitud.
Cuando recibimos algo o somos ayudados por alguien la gratitud se manifiesta al decir: ¡Gracias! y, también, estando contentos con lo que recibimos.
Pero tenemos que cuidarnos de dos actitudes malas: Pensar que no tenemos por qué dar gracias, pues sólo se cumplía con un deber, o pensar que merecíamos más de lo que nos dieron o hicieron por nosotros. ¡Mucho cuidado! Dios nos ordena ser agradecidos (Col. 3:15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.).