REPRESENTAR a otro es una misión de mucha responsabilidad, pero también muy bonita. ¡Imagínate ser enviado en representación de un presidente a inaugurar un edificio! Por un momento, van a tratarte como si fueras el presidente, mandan un carro especial para recogerte, después habrá un banquete donde te sentarán en la mesa principal rodeado de grandes personajes; en fin, gozarás de muchos privilegios.
¡Ah, pero qué responsabilidad! Deberás ir vestido como viste el presidente, hablar con cuidado y no usar palabras vulgares; en el discurso de inauguración, tendrás que dar un mensaje bien preparado; a la hora de comer, deberás cuidar tus modales y sostener una conversación inteligente con las personalidades que estarán contigo a la mesa, y mucho más.
Ahora piensa en esta verdad: cuando Dios rescata a sus hijos de la esclavitud del pecado, les pide vivir en este mundo como sus representantes, y los deja:
a) Con una imagen que cuidar: la de un hijo de Dios.
b) Con un mensaje que dar: el evangelio de Jesucristo.
c) Con un trabajo que hacer: acercar a Dios a los que están perdidos.
Este llamamiento encierra la verdad que hemos tomado como título: "En representación de mi Dios".
Durante el trimestre estaremos buscando entender mejor nuestras responsabilidades a partir de tres oficios que resaltan en el período de la historia del pueblo de Israel que nos corresponde estudiar. Estos son:
a) LOS REYES. Personas que debían servir de ejemplo al pueblo que gobernaban. También los pueblos vecinos deberían ver en ellos las virtudes y el poder de Dios para que hubiera paz y prosperidad.
b) LOS SACERDOTES. Personas que tenían la responsabilidad de cuidar la ley de Dios y de enseñarla a sus hermanos, ayudándolos para que la cumplieran. También estaban entre Dios y el pueblo, cuando éste deseaba acercarse para ofrecer sus ofrendas y sacrificios o cumplir sus votos.
c) LOS PROFETAS. Personas llamadas por Dios para dar sus mensajes al pueblo. Tuvieron trabajos difíciles, pues las más veces fueron enviados a un pueblo rebelde que se había olvidado de Dios.
Por esto, las lecciones llevarán estos títulos:
Si actúo
Debo:
1. ATENDER A SU VOZ Samuel
2. OBEDECER SUS ÓRDENES Saúl
3. DEFENDER SU NOMBRE David
4. CONFIAR EN SU JUSTICIA David
5. SEÑALAR EL PECADO Natán
6. DEMOSTRAR SER SABIO Salomón
7. SER LEAL A DIOS Elías
8. SER CELOSO DE LO BUENO Elías
9. SER HONRADO Eliseo
10. SER INTELIGENTE Hijos de los profetas
11. SABER ORAR Ezequías
12. SER SUMISO Joaquín
OTRA actividad que estaremos desarrollando durante este trimestre en la Escuela Dominical será la de estudiar las BIOGRAFÍAS de diez personajes. De sus vidas podremos aprender qué hacer para agradar a Dios y qué no hacer. Estaremos viendo las circunstancias que los rodearon cuando vencieron y cuando fracasaron, con el fin de imitar su fe, o bien, no caer en dudas o desobediencia como aquellos que pecaron por no apoyarse en Dios.
Al estudiar una biografía es importante buscar la siguiente información, pero con los propósitos que a continuación anotamos:
1. DATOS como épocas, fechas y lugares para poder relacionar el personaje que estudiamos con otros, dentro de su contexto histórico.
2. CIRCUNSTANCIAS del ambiente político, económico y social para entender su problemática y aplicar a nuestros días la lección que Dios quiso que aprendiéramos al escribir su historia en la Biblia.
3. VICTORIA o PECADO, según el caso, para imitar su fe o no tener su falta de fe.
4. LA ACCIÓN DE DIOS, sea de apoyo, aprobación, disciplina o castigo, para fundamentar nuestra fe y confianza en él y para vivir en temor y santidad delante de él.
5. LA REACCIÓN DEL HOMBRE para aprender cómo actuar o cómo no actuar, según el caso, y así, ser mejores siervos y más útiles a aquel a quien representamos.
Algo que NO debemos hacer al estudiar estas biografías es criticar, porque nosotros no vivimos dentro de sus limitaciones, y tenemos mayores privilegios que ellos.