EL Señor tomó tres caminos distintos frente a los que buscaban respuesta a esta pregunta (v.23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?):
1. Si había fe, como en el caso del hombre de la mano seca, daba una instrucción para que la fe se manifestara en una obra (v. 13Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.).
2. Si había incredulidad, pedía silencio (v. 16y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen). Tal vez hemos notado en milagros anteriores que, después de sanar, pide que no digan nada (9:30Biblia). ¿Por qué? La profecía de Isaías 42:1-4Biblia nos lo aclara. Su reino no sería establecido por voz popular ni por armas humanas (Zac. 4:6Biblia). El Siervo mostraría sencillez, sumisión y obediencia (v. 19No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz.), así como ternura y comprensión (v. 20La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.). Estas son las manifestaciones del Espíritu y por él sería establecido el reino.
3. Si había rebeldía daba una clara advertencia. La rebeldía era en contra del poder del reino, el Espíritu, y no sería perdonada (vs. 28,3228Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. ).
Volvamos a la profecía y contemplemos al Amado; demos gracias por su obediencia (v. 18He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio.), por su victoria (v. 20La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.) y porque pensó en nosotros los gentiles (v. 21Y en su nombre esperarán los gentiles.).