Noviembre 17

Isaías 40:1-11Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL DIOS DE TODA CONSOLACIÓN

Las primeras palabras de este capítulo marcan el tema de la segunda parte del Libro de Isaías. La primera parte nos habló mucho de juicio y castigo, y hay todavía algo de esto en la segunda, pero aquí el énfasis estará en consuelo y en la esperanza de gloria eterna. Es como pasar del Antiguo al Nuevo Testamento (vea BosquejoIr al bosquejo del libro de Isaías en la Introducción).

Por ser tan notable la diferencia y por haber predicciones tan precisas y notables, algunos afirman que la segunda parte de este libro tiene otro autor, un profeta desconocido, y que fue escrito mucho más tarde. El Nuevo Testamento apoya la unidad literaria del libro ya que cita de ambas partes diciendo que son palabras de Isaías.

El consuelo que Dios ofrece a su pueblo y a nosotros tiene como base:

a) El perdón de pecados (vs. 1,21Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.).

b) La predicción del precursor del Mesías (vs. 3-53Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.).

c) La permanencia de la palabra de Dios (vs. 6-86Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. 7La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. 8Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.).

d) El poder y la paciencia del Pastor (vs. 9-119Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! 10He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. 11Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.).

Cristo lleva a sus corderos en brazos y pastorea suavemente a las recién paridas porque sabe lo que es sufrir y no tener consolador (Sal. 69:20El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé.; Heb. 4:15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.). Aceptemos este consuelo divino para luego compartirlo con un mundo que sufre y que necesita conocer al Mesías-Pastor que cuida de nosotros (2 Co. 1:4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. ).

“El Sembrador”
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