Vienen a la mente muchos títulos para este Salmo de alabanza que cierra la sección de siete salmos que hablan del reino (94-100Ir a la Biblia en línea), pero el que hemos puesto está allí para que nos ayude a recordar su contenido.
Este es un Salmo para aprender de memoria, sentirlo en el corazón y practicarlo diariamente. Primero hay una exhortación:
¿QUÉ debemos hacer? Cantar alegres, servir con alegría, venir con regocijo, reconocer que Jehová Dios es nuestro Creador y Pastor, entrar por sus puertas y atrios con acción de gracias, alabarle y bendecir su nombre.
Son siete las cosas que debemos hacer, pero ahora pensemos en:
¿POR QUÉ hemos de hacerlas? Porque Jehová es bueno, porque su misericordia y su verdad son eternas y por la relación maravillosa que tenemos con un Dios tan grande: somos su pueblo y sus ovejas.
No es difícil ver el Calvario en este Salmo. Ya hemos aprendido que es allí donde encontramos en armonía a “la misericordia y la verdad” (Sal. 85:10La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron.). Fue allí que el Buen Pastor dio su vida para hacernos sus ovejas. Tal memoria nos mueve a melodía y a servicio alegre.