MARZO 1

Lucas 8:22-39Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

DÉJAME ESTAR CONTIGO

Dos veces se muestra el poder del Señor Jesús: primero en la naturaleza (v. 24Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza) y luego en el endemoniado (v. 35Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.). La naturaleza obedece a su Creador (Col. 1:16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él) y los demonios sabían que estaban ante el “Hijo del Dios Altísimo” (v. 28Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes).

Ante estas muestras del poder de nuestro Señor hay tres reacciones:

1. La de los discípulos (v. 25Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?) que, a pesar de todos los milagros ya vistos, no comprendían quién era el que caminaba junto a ellos.

2. La del pueblo de Gadara que observó el gran cambio efectuado en el endemoniado. No lo comprenden y dan más valor a un hato de cerdos que al Señor (v. 32,3732Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. 37Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió).

3. La reacción más hermosa es la del que había estado endemoniado (v. 38Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo). Su ruego debe encontrar eco en nuestras vidas.

¿En qué caso nos encontramos? Quiera el Señor que sea en el último. Que sea tanta nuestra insistencia de querer gozar su presencia, de seguirle y servirle, que él nos tenga que decir: “Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo”.

Hagamos lo que hizo este hombre: “Se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él” (v. 39Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.).

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle