EZEQUIEL es de la familia sacerdotal de Aarón; por eso pensamos que pasó su juventud en preparación para servir en el templo de Jerusalén, del cual escribe tanto en este Libro. Trata de la abominación del pecado cometido en Jerusalén (cap. 8Ir a la Biblia en línea (sitio externo)) y de la gloria de su restauración (caps. 41Ir a la Biblia en línea (sitio externo),42Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).
Su deportación a Babilonia fue en el año 597 A. C., con el rey Joaquín. Cinco años después de su salida fue llamado por Dios para ser su profeta.
La biografía de Ezequiel presenta algunas dificultades, especialmente al querer analizar su personalidad. La conjetura más lógica es que su llamado (cap. 1Ir a la Biblia en línea (sitio externo)), es a un ministerio de reclusión y silencio. Se le instruye a encerrarse dentro de su casa (3:24,2524Entonces entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y me habló, y me dijo: Entra, y enciérrate dentro de tu casa. 25Y tú, oh hijo de hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarán, y no saldrás entre ellos.). Esta limitación lo llevó a un ministerio singular, lleno de lecciones objetivas y dramatizaciones (vea comentario del 15 de octubreCUANDO NO SOMOS LO QUE DIOS QUIERE). Pero, ocurrió un cambio, tanto en el profeta como en su mensaje (33:21,2221Aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido conquistada. 22Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no más estuve callado.) y, ya suelta su lengua, da hermosos mensajes de esperanza que son ricos en símiles que después serían usados por el Señor Jesús y sus apóstoles para presentar el evangelio de la gracia.
Dirige su profecía, en la mayor parte, a los exiliados a quienes presenta la esperanza de la futura restauración de Judá y les llama: “La casa de Israel” (3:17Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.).
Sus profecías están organizadas bajo los temas:
CONDENACIÓN (caps. 1-32Ir a la Biblia en línea (sitio externo)) y
ESPERANZA (caps. 33-48Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).
Bajo estos temas podemos presentar un bosquejo del Libro en la siguiente forma:
DISCIPLINA PARA EL PUEBLO REBELDE 1-24Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Al hablar del castigo que les esperaba a Judá y Jerusalén, siempre se deja ver que, además de ser justo e inevitable, no será para siempre y Dios no permitirá que su pueblo sea exterminado.
DESTRUCCIÓN PARA PUEBLOS IDÓLATRAS 25-32Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
A diferencia del pueblo de Israel, estas naciones serán castigadas hasta su exterminio. En algunos casos estas profecías ya se cumplieron y en otros se ve cerca su cumplimiento.
DESPERTAR PARA UN PUEBLO MUERTO 33-48Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
La profecía de los huesos secos es la más conocida de esta sección. Nos habla de un nuevo día para la casa de Israel donde, con nuevo corazón y nuevo espíritu, servirán con fidelidad a su Dios. Protegidos por él, no caerán más en pecado.
Hay dos frases que se repiten mucho en este Libro:
“Aconteció en el año...”
Esto nos dice que Ezequiel llevaba un récord de sus profecías.
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo...”
Aquí vemos que el profeta estaba consciente de que su ministerio no tenía valor si no hablaba en nombre de Dios.
El verbo más común es saber.
“Y sabrán que yo soy Jehová”, es la meta última de toda obra de Dios con su pueblo y con las naciones gentiles.