OCTUBRE 1

Ezequiel 1:1-28Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA GLORIA DE JEHOVÁ

Ver la gloria de Dios ha sido el deseo de muchos (Éx. 33:18El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.). Pero para verla se necesita:

1. Que los cielos sean abiertos (v. 1Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.). Esto pasó con Juan (Ap. 4:1Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.) y pasará con nosotros (Jn. 1:51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.).

2. Poder mirar (v. 4Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente) sin alejarnos avergonzados (1 Jn. 2:28Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados). A la presencia de Dios le precede: viento, algo que ha de impulsarnos; nube, algo que ha de cubrirnos; fuego, algo que ha de consumirnos (v. 4Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente; 2 Cr. 7:1,21Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. 2Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.; Is. 6:6,76Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; 7y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.; Hch. 2:2-42Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.). Para poder mirar ha de haber santidad en mí, en mis deseos, en mi vida y en mi entrega sobre su altar.

3. Tener espíritu de adoración y obediencia: “Me postré..., y oí” (v. 28Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.). Al acercarse más, el profeta ve que dentro del fuego hay algo como bronce, metal brillante por la acción del fuego.

La visión nos habla de la majestad de Dios dentro del contexto de servicio. Dios se hizo semejante al hombre aunque es rey (león); y tomó forma de siervo (buey) aunque es Dios (águila). Sus pies y las ruedas dan un sentido omnidireccional al carruaje sobre el que posa el trono de Dios, quien no está lejos de nosotros y cuyos ojos están atentos a nuestras necesidades.

El arco iris de su promesa culmina tan gloriosa visión. ¡Adoremos!

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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