Enfocando a las naciones en general y a la iglesia en particular, El Apocalipsis no se ocupa de “el milenio” en detalle como lo hacen otros libros proféticos dirigidos a los judíos, pero da unos puntos interesantes:
1. Satanás será atado (v. 2Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años). Esto no es tan claro en otras profecías.
2. El trono será compartido, “reinaron con Cristo” (v. 4Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.). Se nos aclara el lugar que ocupará la iglesia como consorte del Rey.
3. Los mil años tendrán un final definido: “Satanás será suelto” (v. 7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión). Los que entren a esta época del milenio habrán tenido ocasión de elegir entre Dios y la bestia, pero algunos infantes y todos aquellos que nazcan durante este período no habrán tenido esta opción. En esta época sólo Cristo habrá estado en el trono. Es por esto que Satanás “debe ser desatado” (v. 3y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.).
Dios quiere poner ante todas sus criaturas la vida y la muerte, aunque siempre les aconsejará: “Escoge, pues, la vida” (Dt. 30:19A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia). Todas sus criaturas, habiendo usado de su libre albedrío, serán llevadas ante el Juez, quien basará su sentencia en el hecho de que sus nombres no están en el “libro de la vida” (v. 15Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.). ¿Qué he hecho con Cristo? Es la pregunta cuya respuesta tiene importancia en la eternidad.