La inscripción que precede al salmo nos dice que fue escrito cuando David estaba en la cueva. Hay por lo menos dos ocasiones que pueden ser el marco de este salmo: 1 Samuel 22:1Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. ó 24:3Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies; y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva..
Primero leemos la descripción del que ora (vs. 1-41 Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. 2 Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia. 3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. 4 Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.) y luego se afirma su confianza (vs. 5-75 Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes. 6 Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. 7 Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.). Observemos tres frases que David dirige a su Dios:
1. “Tú conociste mi senda” (v. 3Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.). Cuando oramos no estamos informando a Dios de nuestros problemas porque él es omnisciente. En tiempo de prueba es bueno recordar que Dios sabe y ha permitido todo lo que nos está sucediendo.
2. “Tú eres mi esperanza” (v. 5Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes.). En lo que al hombre se refiere David decía que no hay quien cuide de su vida, pero sabía que Dios estaba a su lado y era su porción. Sólo Cristo supo lo que fue el desamparo total.
3. “Tú me serás propicio” (v. 7Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.). Al ser librado de sus problemas, David, que se quejaba de no tener quién lo ayudara, ahora dice: “Me rodearán los justos”. No estaba tan solo como lo pensaba, ni estaba tan solo como Elías que creía ser el único que servía a Dios. Había siete mil tan justos como él (1 R. 19:10,14,1810El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 14El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 18Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.).