RECIBIR una carta, es algo bonito, especialmente cuando trae buenas noticias de amigos que viven lejos de nosotros. Son “como el agua fría al alma sedienta” (Pr. 25:25Como el agua fría al alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.), fortalecen la amistad y animan el alma.
¿Qué sentiría Tito al recibir una carta de su amigo Pablo? La relación entre ellos era la de padre e hijo, había intimidad y confianza; por eso, como estudiaremos este trimestre, esta carta y las que mandó a Timoteo, otro hijo en la fe, están llenas de consejos prácticos muy acertados. Consejos que tenían que ver con su conducta ante los hombres y ante Dios, y con el compromiso que habían hecho ante Dios, tanto Tito como Timoteo, cuando lo confesaron como su Señor.
También veremos que Pablo escribe con autoridad a sus hijos en la fe, porque lo respaldaba una vida intachable como “siervo de Dios” y un ministerio bien desempeñado como “apóstol de Jesucristo”.
También, cuando afirma que es siervo y apóstol, lo hace (Tit. 1:1,21Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, 2en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos):
1) “Conforme a la fe de los escogidos de Dios”. “La fe”, también la llama en otras partes de estas cartas: “sana doctrina” porque se refiere a “las sanas palabras” que Tito y Timoteo debían creer.
2. “Y el conocimiento de la verdad que es según la piedad”. Pablo les va a hablar de fábulas y de conocimiento que envanece porque viene de los hombres y se aprende lejos de Dios. Pero su conocimiento lo obtuvo andando con Dios, es decir, “según la piedad”.
3. “En la esperanza de la vida eterna”. Si no hubiera un mañana, todo esfuerzo sería vano, pero también, porque hay un mañana, se debe cumplir con todo.
Esto nos lleva a los tres temas que estudiaremos este trimestre al leer las tres cartas que hemos seleccionado.
Aunque los hombres no ven todo lo que hago, ni tampoco lo que pienso, Dios sí lo percibe. Por esto vamos a pensar en:
1. La autoridad del ejemplo 1 Ti. 1:15Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
2. El poder de la oración 1 Ti. 2: 8Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
3. La responsabilidad del hijo 1 Ti. 3:15para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
4. Lo importante del ejercicio 1 Ti. 4:16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
5. La necesidad de ser fiel 1 Ti. 6:12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Para ser salvo se debe confesar a Cristo como Señor (Ro. 10:9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.). Es decir, el compromiso con Cristo se adquiere en el momento en que eres redimido por su sangre. Por esto necesitas ser:
6. Salvo, para servir 2 Ti. 1: 8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios
7. Santo, para ser útil 2 Ti. 2: 6El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
8. Sabio, para cumplir 2 Ti. 3:16,17Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia
9. Sensato, para triunfar 2 Ti. 4: 5Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
Piedad es practicar la presencia de Dios, por eso debes ejercitarte para ser:
10. Vigilante de lo que crees Tito 1:13Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe
11. Celoso de lo que haces Tito 2:14quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
12. Cuidadoso de lo que enseñas Tito 3: 8Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
EL apóstol Pablo clasifica a los hombres en tres grupos (1 Co. 2:14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.; 3:1De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.) y los llama de esta manera :
1. El hombre natural, que está tal como nació en este mundo y por eso no entiende las cosas de Dios.
2. El hombre carnal, que ha creído en Cristo como su Salvador, pero se detuvo en su crecimiento.
3. El hombre espiritual, que está creciendo y trabajando tal como Dios lo pide.
Éstos tres, piensan en forma diferente de las tres palabras base de este trimestre:
CONDUCTA. El hombre natural busca excusas para toda conducta incorrecta; el carnal, piensa que hay momentos cuando puede hacer lo que quiere; el espiritual, sabe que, como siervo de Dios, debe obedecerle cada instante de su vida y en dondequiera que esté.
COMPROMISO. El hombre natural huye de todo compromiso, por eso decide no aceptar a Cristo como Señor; el carnal, piensa que hay compromisos opcionales y por esto vive la vida a su antojo; el espiritual sabe que está comprometido a servir desde el día que Dios lo redimió.
PIEDAD. El hombre natural piensa que esto se relaciona con los que la religión ha beatificado; el carnal ve la piedad como algo que Dios pide, pero que es una meta teórica que no puede alcanzarse en esta vida; el espiritual sabe que Dios le ha dado los recursos para lograrla y por eso tiene el derecho de exigirla de sus hijos, quienes, además, tienen el ejemplo de su Hijo Unigénito.