Abril 9

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE OSEAS

Oseas 1:1-11Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LOS PRINCIPIOS DE LA INFIDELIDAD

COMO sugerimos en la introducción, cuando Oseas y Gomer se casaron fue en pureza y santidad. Esto era necesario desde el punto de vista profético (Jer. 2:2Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.) y también desde el punto de vista práctico. Un amor tan fuerte como el de Oseas por su esposa no podría haber nacido en circunstancias diferentes.

También podemos observar un pequeño cambio en la descripción del nacimiento de los hijos. Del primero dice: “Le dio a luz” (v. 3Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.) y de los demás sólo dice: “Dio a luz” (vs. 6,86Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. 8Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.). A diferencia del primero, parece que éstos fueron concebidos fuera del lazo matrimonial (2:4Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.) y esto es aparente en el prefijo “Lo” que equivale a No. Los nombres son NO-compadecida (v. 6Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.) y NO-pueblo mío (v. 9Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.).

Pudiéramos dedicar nuestra meditación al cuadro profético que estos nombres presentan: Jezreel: el castigo de Jehú; Lo-ruhama: la consecuencia de los pecados del reino del norte; Lo-ammi, la disciplina y posterior restauración del reino del sur, Judá.

Pero, tal vez, algo más personal sería de provecho. Pensemos en el corazón humano que responde al amor de Dios con infidelidad. Que Oseas 11:2Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. no describa la relación entre Dios y yo.

¿Se dice de nosotros: “Sois hijos del Dios viviente” (v. 10Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.)?

“El Sembrador”
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