El mensaje apocalíptico de Sofonías no podía incluir solamente castigos. Consistente con el carácter de Dios, este libro habla de juicio y de salvación. Está el “¡Ay!” pero también el “No temas” (vs. 1,161¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos.).
La condenación caería sobre el que no escuchó la voz, es decir, no confió en Jehová ni recibió la corrección. No hizo suya la lección que Dios quería que aprendiera, “no se acercó” (v. 2No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.).
La salvación es para el remanente que “confiará en el nombre de Jehová” (v. 12Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.), y esto nos habla de FE. Remanente que tendrá a Jehová por “Rey de Israel” (v. 15Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.) y esto nos habla de OBEDIENCIA. Fe y obediencia son el preámbulo al grato mensaje de gracia que tiene este libro en el versículo 17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.. Cuando hay fe y obediencia, Dios permanece “en medio” y es poderoso para salvar.
Cuando esto sucede hay ALEGRÍA, AMOR y APROBACIÓN en labios de Dios. Esta esperanza no es para el fuerte, el rico o el poderoso; es para el humilde y pobre (v. 12Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.), para la que cojea y para la descarriada (v. 19He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra.). El mensaje de gracia del Señor Jesús tiene los mismos matices. Pide fe y obediencia (Mr. 16:16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.), y es para pecadores (Mr. 2:17Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.).
Gocémonos en estas verdades, pero más aún, aprovechemos la gran oferta: “Él salvará” (v. 17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.).