MARZO 26

Lucas 22:1-30Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“UN GRAN APOSENTO ALTO YA DISPUESTO”

Un estudio interesante es enumerar las cosas que le fueron prestadas al Señor: Desde el seno virginal hasta la tumba donde nadie había sido puesto. Encontraremos, entre otras cosas, una barca para enseñar, una moneda para dar una lección, un pollino para montar, un aposento para cenar y la cruz donde murió por nosotros.

En el “gran aposento alto ya dispuesto” (v. 12Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí) vemos los momentos de más intimidad entre Maestro y discípulos. Les habla de su padecimiento (v. 15Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!), de su partida (v. 16Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios), de su provisión (v. 19Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.), de su pacto (v. 20De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.) y de su propósito (v. 22A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!). ¡Lástima que los discípulos se interesaran más en sus propios problemas (v. 23Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.) que en las palabras de su Maestro!

¿Qué pasa cuando nos sentamos nosotros alrededor de la mesa? ¿Discernimos el cuerpo de Cristo (1 Co. 11:29Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí)? No critiquemos a los discípulos porque muchas veces nosotros desperdiciamos momentos tan sublimes predicando el evangelio o exhortando a los hermanos, cuando el Señor quiere que los ocupemos reflexionando en lo que él hizo por nosotros y en lo que nosotros estamos dispuestos a hacer “en memoria” de él (v. 19Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.).

No podemos terminar el comentario sin señalar el otro aposento “ya dispuesto”: el corazón de Judas, pero para Satanás. Para él corresponde el “¡ay!” más triste del Maestro (v. 22A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!).

“El Sembrador”
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