ABRIL 1

Números 1:1-54Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

UN PUEBLO PROPIO

A Dios le gusta contar. Lo hace como un buen administrador. Lo hizo con motivo de la construcción del tabernáculo (Éx. 38Ir a la Biblia en línea (sitio externo)) y lo vuelve a hacer aquí.

Cuenta a su pueblo por sus familias, por las casas de sus padres, de veinte años arriba, que era la edad propia para el servicio militar. El requisito para ser soldado era ser israelita verdadero. Recordemos que entre los peregrinos había “grande multitud de toda clase de gentes” (Éx. 12:38También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.).

Hoy también, sólo el que pertenece a la familia de Dios puede luchar contra los enemigos de Dios, y en la iglesia hay muchos que dicen: “Señor, Señor”, pero el Señor no los conoce (Mt. 7:21No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.).

Los levitas no fueron contados con el pueblo porque tenían una relación especial con Dios y privilegios particulares: eran los sobreveedores, portadores, servidores, mediadores y guardias de la casa de Dios.

De los levitas podemos aprender lecciones importantes sobre cómo debemos conducirnos “en la casa de Dios”, que hoy es “la iglesia del Dios viviente” (1 Ti. 3:15para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.).

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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