11

El Cordero de Dios

TEXTO PARA MEMORIZAR Juan 17:24

“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.”

INTRODUCCIÓN Juan 17:1-19:37Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

Vamos a considerar tres frases que están en el texto que vas a memorizar:

1. Un nombre. “Aquellos que me has dado”. ¡Qué forma tan maravillosa de referirse a nosotros, pues estamos incluidos en este grupo (17:20Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos)!

2. Un deseo. Que “estén conmigo, para que vean mi gloria”. ¡Qué propósito tan sublime! No nos quiere como siervos para que estemos allí por si nos necesita, nos lleva como amigos para compartir con nosotros lo que es suyo (15:15Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.).

3. Una verdad. “Desde antes de la fundación del mundo”. ¡Qué misterio tan profundo! Al fundarse el mundo, comenzó a contarse el tiempo, antes de esto todo era eternidad. Esta frase encierra la verdad de que Cristo es Dios manifestado en carne.

¿Cómo debo reaccionar ante esto? ¿Qué debe brotar de mi corazón?

Gratitud, al saber que soy de Cristo.

Anhelo, al saber que he de conocer su gloria.

Adoración, al saber que Cristo es Dios.

LECCIÓN “Les he dado”

Con esta frase, el Señor Jesús nos recuerda tres cosas que nos han sido dadas por medio de él. Veámoslas.

1. Las palabras del Padre (17:8,148porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 14Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.). En estas palabras hay verdad y libertad (8:31,3231Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.), así como seguridad de ser oídos porque viviremos en santidad (15:7Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. ).

2. La gloria que recibió de su Padre (17:22,2322La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.). Esto nos dará unidad y perfección como miembros de su cuerpo, y daremos a conocer que él vino del Padre (1 Jn. 5:20Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.).

Les he dado

3. El nombre de su Padre (17:26Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.). Dios es Amor (1 Jn. 4:8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.), y ese amor ha de verse en nosotros. Dios es luz (1 Jn. 1:5Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.), y Cristo, la luz, ha de estar en nosotros.

PENSAMIENTO Juan 1:1,21En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios.

El apóstol Juan presenta a Cristo como el Verbo que “era en el principio con Dios”. Tratemos de transportarnos a ese principio cuando el Señor Jesucristo ya “era”. Lo vemos como la respuesta de Dios para nuestra necesidad desde la eternidad:

a) PREPARADO (Heb. 10:5Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.). Necesitaba un cuerpo para que en él llevara nuestros pecados (1 P. 2:24quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.).

b) DESTINADO (1 P. 1:20ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros). Dios conocía cuál sería nuestra historia y aun antes que pecáramos, ya tenía una respuesta (Ro. 3:25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados).

c) INMOLADO (Ap. 13:8Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.). Desde la eternidad, Dios veía consumada la obra de Cristo, por eso Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (1:29El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.), no dijo: quitará, cuando haya dado su vida en expiación por el pecado.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle